viernes, 26 de junio de 2015

En el 1266 la custodia del Castillo de Castalla no sería moco de pavo, Al-Azrrak estaba en plan toca pelotas. Y entre tantos, los de la huerta de Alicante, se liaban a cañonazos para celebrar la puesta en funcionamiento de Pantano de Tibi tras el atentado que sufrió. Lo dicho, que emborracha más el agua que el vino

26 de junio 1266

Castillo de Castalla

Cf. (A.C.A. Reg. 14, fol. 82). Barcelona.
Débito a favor de García Pérez de Castalla de 15.412 sueldos reales de Valencia, por la custodia del castillo de Castalla, consignado sobre las primeras peitas que se recauden en Alcira a cristianos y sarracenos. «VI kalendas julii MCCLXVI».

26 de junio de 1736

Atentado al pantano de Tibi

Cf. V. Boix.
A las diez de la mañana del día 26 de junio de 1736 se celebró el acto de asentar la primera piedra (tras el atentado sufrido en la pared del pantano) con asistencia de don Juan Miguel Díaz, Alcalde mayor de Alicante; don Antonio Rotla y Canicia y don Juan Fernández de Mesa, regidores; don Nicolás Escorcia, y don Nicolás Pérez de Sarrió, interesados en el riego de la huerta, y como sujetos peritos en obras, José Terol y Vicente Mingot, picapedreros, y Nicolás Puerto y Francisco Asensi, maestro de albañilería.

En la misma hora que se efectuaban en el pantano aquellas ceremonias, en Alicante se disparaban salvas de artillería y se cantaba un Te Deum en la colegiata de San Nicolás, al que asistió la corporación municipal, el cabildo eclesiástico, el clero de Santa María y las comunidades de religiosos establecidas en esta ciudad.

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