24 de septiembre de 1610
Órgano portátil para la Iglesia Parroquial
Costó seiscientos cincuenta Carlos
castellanos. Se obtuvo licencia del Patriarca consignada al margen de una carta
que escribió mosén Miguel Berenguer vicario, tal día como hoy del año mil seiscientos
diez, conforme a la visita de mil quinientos noventa y seis.
Cuántas teclas para un órgano «portátil»,
además.
24 de septiembre de 1748
Un año
extraño para nuestras tradiciones, que no cumplieron con el rigor de la fecha
de su celebración. ¿Cuál sería la causa? ¿Una relación hostil entre el pueblo y
el Marqués? ¿Una intromisión del Gobierno o de la Iglesia…?
Fuese como fuere, para estas celebración,
como ya ocurriera antes y después hasta la desaparición del señorío, se requería
el permisión del marqués; que la autorizó, no para el 23 de abril, sino, para
tal día como hoy: 24 de septiembre de 1748. Un aniversario tristemente famoso
por no celebrarse en el día, hora y lugar correspondiente a la efemérides que da
origen a nuestro patronazgo.
¡Cosas del Marqués!, dirían nuestros paisanos
sorprendidos. ¿Qué pasaría en realidad? Nos preguntamos hoy ya ahora
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