cronologia de la historia de la foia
domingo, 18 de octubre de 2015
viernes, 16 de octubre de 2015
185516 de octubre
Epidemia de cólera morbo.
Publicado en el «Boletín Oficial de la
Provincia de Alicante», número 138 el viernes 26 de octubre de 1855.
Alcaldía Constitucional de Onil.—
Por disposición del Ayuntamiento y Junta
municipal de Sanidad de esta villa se cantó un solemne Te-Deum el día 11 del
corriente en acción de gracia a Dios, nuestro Señor, por la completa
desaparición de cólera morbo; y, en el de ayer, se celebró un aniversario por
los que han fallecido de la expresada enfermedad en este pueblo, a cuyos actos
han asistido ambas corporaciones.
Al comunicar a V.S. tan satisfactoria
noticia, creería faltar a uno de mis principales deberes si no hiciera a V.S.
una reseña de las disposiciones adoptadas por esta junta de sanidad y de los
relevantes servicios prestados por varios individuos de la misma, del
Ayuntamiento, clero y aun particulares durante la aflictiva época que ha
atravesado esta desgraciada villa.
Aún antes de presentarse en ella el
cólera, se tomaron cuantas medidas higiénicas se creyeron oportunas para precaver
la enfermedad o minorar sus estragos; mas, invadida formalmente el 1 de agosto,
se adoptaron otras más eficaces y enérgicas, no solo relativas a lo físico, sí
que también a lo moral y espiritual. Y, habiéndose reunido la mayoría del
Ayuntamiento, clero y Junta de Sanidad, todos los concurrentes se ofrecieron espontáneamente
a cooperar cada cual por su parte a la asistencia del vecindario, estableciendo
para mayor comodidad un turno a fin de que cada uno funcionase en su respectiva
clase y destino por ciertas y determinadas horas. Así pues, los auxilios espirituales
y consuelos de la religión fueron dispensados por los eclesiásticos y, habiendo
tenido la desgracia de ir enfermando sucesivamente todos, y de ser víctima D.
Mariano Joaquín Bertomeu, cura párroco, y D. Joaquín Reig, vino a quedar solo
el vicario D. Pascual Sempere, que asistió con la mayor asiduidad desde el
principio hasta el fin de la desoladora época, siendo sumamente recomendable y
digna de todo elogio su conducta y caridad evangélica, pues, además de
administrar los Santos Sacramentos, visitaba y consolaba continuamente a los
enfermos empleándose noche y día en tan piadoso ejercicio, y sin que por esto
descuidase de acudir a las demás ocupaciones de la Iglesia.
En cuanto a la parte médica, han llenado
exactamente los facultativos su cometido los médicos D. Pedro Sanchiz, titular,
D. Andrés Amat, y, como auxiliar de estos, los cirujanos D. Joaquín Sempere y
D. Tomás Escolano se ofrecieron ante el Ayuntamiento a prestar toda clase de
servicios que fuesen de su competencia, a no abandonar el pueblo y a organizar
del mejor modo posible la asistencia de los enfermos; y en vista de tan espontáneo
ofrecimiento, prometió la municipalidad retribuir a su tiempo su buen celo y
comportamiento. En su consecuencia, se dedicaron a la asistencia de los enfermos,
y, habiendo sido invadido el día cuarto D. Andrés Amat, recayó todo el peso de
la visita sobre D. Pedro Sanchiz. No puedo dejar de recomendar y elogiar el
distinguido mérito de este facultativo, pues, a pesar de haber sido invadido,
su esposa, hijos, hermana política y criadas, siendo víctima la primera,
atendió más la obligación de médico que a las de esposo y padre. Él asistía a
todos los enfermos sin distinción de clases ni personas, fuesen o no sus
igualados dentro y fuera de la población. Por espacio de quince días, su celo
infatigable le distinguió incesantemente noche y día, encontrándose a todas horas
dispuesto a dispensar sus auxilios sin reparar en la lluvia y mal tiempo. Su
intenso trabajo, por lo numerosa que fue la invasión, no le permitió ni
siquiera desnudarse en tan largo periodo, hasta que, rendido por el sueño y la
fatiga, cayó enfermo, obligándole a guardar cama por espacio de 24 horas. En
este conflicto, y hallándose el pueblo sin facultativos de medicina, el
cirujano D. Tomás Escolano, además de que, por su parte, acudía a cuantos enfermos
le llamaban, se ofreció a desempeñar la visita del vecindario, así lo efectuó
durante la indisposición del Dr. Sanchiz en unión del otro cirujano, D. Joaquín
Sempere, el cual, sin embargo de padecer una irritación crónica en el estómago,
asistió en lo que sus fuerzas le permitían a cuantos enfermos podía o le llamaban,
hasta que por fin fue invadido y víctima del azote. Restablecido el D. Sanchiz,
continuó éste, con el D. Escolano, prodigando sus auxilios hasta que,
restablecido también el médico D. Andrés Amat, siguieron todos tres visitando
hasta la total desaparición de la enfermedad, en cuyo período fue invadido el
D. Escolano a causa de su demasiada fatiga, habiendo conseguido restablecerse,
y, por lo que queda manifestado, les considero dignos de particular
recomendación.
En el socorro de los enfermos pobres de
solemnidad y braceros infelices, se ha distinguido de un modo que le honra el
Síndico del Ayuntamiento D. José Berenguer y Llorens, asociado en muchas
ocasiones de los Regidores D. José Matarredona y D. Vicente Navarro. Reunidas
varias cantidades procedentes de repartos, donativos de personas pudientes y de
los tres mil reales que V.S. tuvo la bondad de remitirme, y puestas en depósito
a cargo de D. Matías Rico, fueron distribuyéndose con la mayor pureza por los expresados
Síndicos y Regidores, suministrando diariamente cuatro reales. A cada enfermo
necesitado, seis reales a cada uno de los enterradores, de uno a cuatro reales
a los pobres de solemnidad y mujeres que asistan a los enfermos, y, por último,
cuatro reales a los braceros que se alistaron voluntariamente para servir a los
invadidos, habiendo siempre veinte de ellos perennes en la Casa Consistorial
para acudir a las casas que se les llamase y prestar cuantos auxilios se les
demandasen, y a los que se hallaban libres de fatiga se les ocupaba en faenas
de utilidad pública con el objeto de que no estuviesen enteramente ociosos.
Por fin, es sumamente recomendable la
conducta de Rafael Gosálvez, Sebastián Juan, Serafín González y Carlos Mira,
por haberse prestado voluntariamente al cuidado de los enfermos, y, en
particular, los dos primeros, que, por tener conocimientos prácticos en la
asistencia, han proporcionado y conseguido en varios invadidos resultados muy
felices. El escribano D. José Ramón Cortés, se ha prestado con prontitud a
cuantos han reclamado su presencia para autorizar testamento. Merece también
particular mención Antonio Payá, acólito de esta iglesia, de edad de doce años,
y Cirilo Tortosa, los cuales, por haber sido gravemente invadido el sacristán
al principio de la epidemia, asistieron constantemente en todo el fatal período
a la administración de los Sacramentos.
En cuanto a mí, solo diré que he procurado
en tan aciagos días cumplir con los deberes que me impone mi destino,
conservando el orden público y la seguridad de las personas e intereses y el
que no faltasen auxilios de ninguna clase. Y, a pesar de hallarme sin
Secretario por haber enfermado éste y posteriormente también el que hacía sus
veces, he procurado llevar adelante los negocios más precisos con la ayuda de
Antonio Tortosa que me ha servido de amanuense y ha estado constantemente a mi
lado para lo que se me ha ofrecido sin interés ni retribución alguna.—
Dios guarde a V.S. muchos años
Onil, 16 de octubre de 1855.— José Vicent
sábado, 10 de octubre de 2015
10 de octubre de 1621
Bendición
de la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol de Onil.
El
Vicario Reverendo Miguel Berenguer, en unión con los Jurados del consistorio,
pide permiso al Arzobispo, Fray Pedro de Urbina, para bendecir la Iglesia «Que
ha de estar y esté, la mitad de la nueva cerrada, con pared o tabique de arriba
abajo, de manera que, de lo viejo que se ha de derribar, no le cause a la nueva
perjuicio alguno; que no le entre polvo, que esté todo dispuesto para que
puedan trasladar el Santísimo.
(Firmado
y Rubricado).
Dado
en Valencia a X de octubre de 1621.
domingo, 4 de octubre de 2015
4 de octubre de 1683.
«Agué quatre dies de festes, quatre sermons,
dos comedies, milicias alardo y en la provesó molt número de antorches y dos
castells de foch y en la vesprá es tiraren coets en mes de 300 lliures. Aguí
més de 300 fogueres de teda en la costera del Santo Cristo y totes les finestres
de la terra aguí mols farols y en la sala de la Vila, cremaren algunes
antorches.
Firmado: Damían Rico».
Traducción
«Hubo cuatro días de fiesta, cuatro
sermones, dos comedías, milicias, alardes y en la procesión muchas antorchas y
dos castillos de fuegos, y en la tarde se tiraron cohetes en más de 300 libras.
Hubo más de 300 hogueras de tea en la cuesta del Santo Cristo y en todas las
ventanas de la tierra hubo muchos faroles, y en la sala de la Villa se quemaron
algunas antorchas.
Firmado:
Damián Rico
sábado, 3 de octubre de 2015
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU_t99TmfKKxR91YMyJ0kmxB9Rv4qm0V68sGjHsGgByHHjXTMx63HAuz7QzT1szqfemGenqyN2-Nt1tRkzDvtWSs48Mv5MnAzWu5syjhR5GoB-hruBo3o2I5xXjfKeucSwebOZ7xQ5ubZG/s320/rtrctaefmrdes.jpg)
3 de octubre de 1785
Montserrat en ruinas.
Algunos vecinos de la Villa pretendieron
tomar posesión de tierras alrededor de lo que conocemos como Montserrat,
abriéndose expediente en 3 de octubre de 1785. En el transcurso de la ejecución
de su fase, son seis los habitantes de Onil que testifican por la autenticidad
de las tierras de Montserrat.
viernes, 2 de octubre de 2015
Emigración temporal en Onil
2 de octubre de 1862
Onil constaba de 830 vecinos, que representaban una población
de 3.735 y este número de habitantes es impugnado por el Gobernador, alegando que el año 1860, no hubo aumento de población. El Alcalde argumenta que el motivo era que muchos colivencs se habían desplazado a Monóvar y otras poblaciones circundantes a
«fer olives».
jueves, 1 de octubre de 2015
Bienvenidos a octubre. Ha todos os deseo buenas cosechas de "Rovollons", que es como decir "Pebrassos, esclatasang... y demás setas "comessstiiiiiibles" ojos al dato, que la vida vida el bella..
1 de octubre de 1623
Licencia para
bendecir la Iglesia nueva.
Cita: Libro de visita Parroquial 1604-1620
He recibido su carta de 6 del corriente y
así mismo la que venía con ella de los justicias y jurados de esa Villa, y en
ambas se me pide licencia para bendecir la Iglesia nueva y trasladar en ella el
Smo. Sacramento / En Cuya respuesta y conformidad le damos y concedemos por las
presentes al P. visitadori de la dicha Iglesia de Onil Mosén Miguel Berenguer
licencia y facultad para lo arriba dicho con tal empero que antes de ejecutarlo
como se lo apercibimos y mandamos, haya de estar y este, la mitad de la Iglesia
nueva cerrada que de la vieja que se ha de derribar, no la cause a la nueva
perjuicio alguno ni que entre polvo, así mismo que este muy dispuesta y decente
de todo lo demás que ofrece preciso y estando así, y no de otra manera, podrá
bendecir la dicha Iglesia nueva y en ella trasladen al Smo. Sacramento / Dado
en Valencia a uno octubre 1623
Si el rector estuviese para poderlo hacer
le damos a él licencia en primer lugar y después al vicario
El doctor Serva (ilegible)
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